En el nombre de la hija

18/09/13-.La hija del revolucionario latinoamericano Ernesto Che Guevara, médica como su padre, pediatra especializada en alergología fue declarada ciudadana ilustre por le deliberativo lómense y minutos antes del acto dialogó con la prensa sobre distintos temas.

¿Cuál es el motivo de tu visita?
Estoy aquí invitada por la Fundación Un Mundo Mejor Es Posible. Venimos a trabajar con los médicos egresados de la ELAM, la Escuela Latinoamericana de Cuba, que son jóvenes argentinos que se graduaron allá y ahora están trabajando en sus pueblos.
Vamos a hacer un trabajo en Córdoba, tratando de hacer un levantamiento de pacientes con cataratas, porque allí hay un pequeño hospitalito que Cuba donó, con todos sus implementos y lo necesario para hacer la Operación Milagro, que es operar gratuitamente a esos pacientes con cataratas. Devolverle la visión. Ese es el objetivo. Lo que pasa es que Cuba ha mantenido este hospital hasta ahora, pero este año avisó que no puede seguir manteniéndolo económicamente y por tanto estamos tratando de que el gobierno argentino se haga cargo de este hospital para no perderlo. Hasta ahora se han operado unos quince mil argentinos desde el punto de vista gratuito y pensamos que es un hecho social muy bueno que no se debe perder. Es decir, estamos haciendo estas actividades para llamar la atención sobre este hecho que muchas veces es desconocido totalmente por el pueblo argentino. Esta en Córdoba y es un pequeño hospital que se llama Che Guevara. Ese es el objetivo real de mi visita a Argentina.

¿Cuál es la situación actual de los denominados “Cinco Héroes Cubanos”?
Es una de las cosas más duras que hemos enfrentado en los últimos años como pueblo, porque estos compañeros están injustamente presos en Estados Unidos, es decir, son hombres y mujeres, porque también hay mujeres entre ellos, que han ido haciendo su labor durante años. Desgraciadamente fueron tomados presos estos cinco compañeros, pero la única manera que nuestro pueblo ha tenido de defenderse de agresiones terroristas es con una información adecuada. Lo hemos dicho en todas las organizaciones internacionales. Nadie ha hecho absolutamente nada contra estas acciones. Por ejemplo, envenenar el agua de un círculo infantil, esta es una acción que llevaron a cabo algunos de estos agentes pagados por la CIA; ametrallar en las madrugadas las costas cubanas desde lanchas rápidas a lugares donde viven personas, niños, mujeres, hombres; buscar un levantamiento incendiando la telefonía nacional, lo que pasó hace algunos años en La Habana. Hasta enfermedades hemos sufrido en La Habana a causa de estas acciones terroristas. ¿Cómo evitar esto? La única manera es sabiendo lo que piensan hacer para poderlo evitar. Para ello hombres y mujeres han sacrificado los mejores años de su vida para infiltrar estas organizaciones de corte terrorista en el sur de La Florida.
Esta es la historia de estos compañeros presos en estados Unidos. Su actividad real era dar información adecuada al gobierno cubano para defender nuestras vidas, Fueron tomados presos por el FBI y se les hace un juicio totalmente amañado. En el juicio agentes norteamericanos demostraron que nunca estos compañeros tuvieron en sus manos secretos que perjudicaran la integridad de Estados Unidos, sin embargo fueron catalogados como espías y sancionados a grandes penas, por caso Gerardo está sancionado a dos cadenas perpetuas, según la jueza porque “quizás conspiró para lesionar la integridad de estados Unidos”. Es decir la jueza no lo puede demostrar y por tanto no puede afirmarlo, dice “quizás”, “quien sabe” y por eso está condenado un hombre a dos cadenas perpetuas. Es absurdo, pero además va en contra de las propias leyes de Estados Unidos. Por eso Cuba está gritando Justicia. No queremos algo especial para nuestros hermanos, queremos justicia, que cumplan con sus propias leyes.
Si lo hacen ninguno de estos hombres podría estar preso ni un día más, porque la condena mayor que se les podría imponer es de diez años de reclusión por no haber usado su verdadero nombre al entrar al país, sin embargo llevan quince años presos.

¿Cuál es tu visión a cuarenta años del derrocamiento de Salvador Allende?
Son cuarenta años de un crimen tremendo, que fue cometido contra un hombre muy limpio, un hombre muy hermoso, sobre todo para su gente. Es un hombre que desde un primer momento intenta hacer algo mejor para su pueblo, y eso debería ser siempre recordado, pero además es un hombre que no tenía formación militar, pero que muere defendiendo la Constitución de su país, muere defendiendo la dignidad de su pueblo y eso es algo impresinante. Cuando uno está frente a La Moneda, a la que a priori se puede considerar algo inmenso, dice “pero este hombre estaba loco, disparar desde esa altura pequeñita contra tanquetas militares”. Es un hombre único, con un valor extraordinario, con una dignidad tremenda, solamente por eso hay que recordar a Allende. Pero además intenta hacer algo justo por su gente, darle el derecho de vivir con dignidad, sobre todo siendo dueños de lo que producen, que el problema de nuestros pueblos, hasta que no seamos dueños de lo que producimos no podremos invertir esas riquezas en beneficio propio, por eso es tan importante nacionalizar nuestros recursos y sentirnos dueños de lo que producimos, entonces vamos a comenzar a caminar.
Poco a poco nuestros pueblos van tomando conciencia, con el ALBA, que no solo es una organización bellísima de intercambio, sino que además nos permite conocernos mejor, porque no se conoce a Argentina visitando la Capital, ¿qué decía el Che, por ejemplo? Lo haces cuando trabajas con él, cuando estás junto a su dolor, a su alegría, entonces si empiezas a conocer a ese pueblo y eso lo permite el ALBA. Hay once mil médicos cubanos en Venezuela, hubo cuatro mil en Bolivia, que ahora están disminuyendo a dos mil, en Nicaragua, Ecuador, ahora han entrado en Brasil, pese a que no integra el ALBA, podemos hacer estas cosas y eso significa que nuestros pueblos se van dando cuenta que podemos vivir con dignidad si queremos hacerlo, La cuestión es que tengamos la fuerza y la voluntad de unirnos.
Lo que queda claro es que los pueblos fuerza tienen, pero lo que hace falta es organizarla y no pensar en el yo, sino en el nosotros, esa es la palabra mágica. Hay que buscar objetivos comunes para luchar, eso es lo importante.

¿Cómo vez el presente de América Latina, con sus gérmenes de unidad, siendo la heredera ideológica del Che?
Yo soy ante todo, hija del pueblo cubano.
Para mi eso es todavía más importante. Porque yo puedo ser hija de un hombre y no llevarlo a la práctica, no sentirlo, pero nací en un lugar donde todos los niños dicen: “pioneros por el comunismo, seremos como el Che”. Lo primero que aprendemos es a buscar su sabiduría, a tratar de imitarlo, los niños pequeños lo van conociendo así, es lindísimo.
Te cuento algo que me pasó. Yo soy médica alergóloga pediatra y en un momento determinado estaba haciendo guardia en mi hospital y atendí a un niño. Las recetas llevan el sello con mi nombre y los dos apellidos, cuando el niño sale, tenía unos cuatro años, se nota que la madre lee la receta y le dice “ah, mira, es la hija del Che”, el niño regresa y me dice “oye, ¿es verdad que tu eres la hija del Che?” y le contesto, si, soy una de ellas y el dice “ah, por eso eres tan buena”.
Fíjate, que no es porque yo sea buena médica, ese niño de cuatro o cinco años ya había identificado que el Che es un hombre bueno y por tanto su hija no podía ser menos. Ese niño ya empezaba a conocerlo. Entonces no es un problema de hija, es sentir que mi pueblo es capaz de brindarme la oportunidad de ser mejor ser humano; de poder expresar estas cosas; de poderlo llevar a la práctica.
Yo viví dos años en Angola como medica cubana, un año en Nicaragua como médica cubana. Si mi pueblo me ha dado la oportunidad de expresar esto, y mi papá realmente llegó a Cuba, combatió, terminó un ciclo de vida en mi país, se convirtió en un hombre extraordinario porque pudo llevar a la práctica sus propios sueños y los vio hechos realidad. Entonces el pueblo cubano le dio a mi papá toda una serie de posibilidades de fuerza para seguir su camino.
Es una cosa muy hermosa que no podemos desligarla, mi papá es parte de ese pueblo y ese pueblo forma parte de mi papá. Son cosas muy bonitas. Por eso todos los cubanos en general nos sentimos un poco hijos del Che Guevara.
Estos cuatro compañeros que nos quedan presos han tenido la imagen de mi papá presente siempre. Todos. Aún en los momentos más difíciles, estando en el hueco, cuando los han castigado, lo único que no le han podido sacar a Gerardo, por ejemplo, es una imagen de mi papá. Cosas así. Entonces ¿Qué tu hacés? Si otra persona ama tanto a tu padre que es capaz de arriesgar su vida para cumplir con sus ideales. ¿qué hacés tu? Enamorarte de ese pueblo ¿verdad? Y tratar de ser fiel hasta las últimas consecuencias a ese pueblo y eso es lo que yo hago.
Por eso no soy la hija de un hombre, soy la hija de mi pueblo y es lo que me da más valor y más fuerza siempre.

 
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