26/01/13-.La desición fue tomada por el Ministro de defensa de la
Nación, Arturo Puricelli, quien al conocerse el hecho había manifestado que lo
consideraba un sabotaje.
Arturo Puricelli, exigió al
jefe de la Armada que aparte del cargo al jefe de Mantenimiento y Arsenales y
al jefe del Grupo de Desafectación del buque que se hundió en Puerto Belgrano.
El funcionario había denunciado un “sabotaje” y anticipado que habría sanciones
contra los responsables.
El
ministro ordenó al jefe de la Armada, almirante Daniel Alberto Enrique Martin, que proceda a separar de su
cargo al contraalmirante Alberto García Grigioni (jefe de Mantenimineto) y al capitán
de navío Lorenzo Veccia (jefe
de Desafectación del ex destructor) “con el objeto de favorecer el curso de la
investigación que se encuentra en desarrollo y garantizar la transparencia y
objetividad de lo actuado”.
“Lo
precedentemente instruido será de cumplimiento inmediato y con el debido
resguardo de la información, sea en soporte papel o digital, obrante en los
despachos de los causantes”, indicó Puricelli en la carta que envió al titular
de la Armada.
Asimismo,
la misiva ordenó que “deberá garantizar la absoluta restricción de tránsito y
acceso al sector donde se encuentra el buque, abarcando tanto al personal civil
como militar ajeno a la investigación, con independencia del nivel jerárquico
que ostente, a excepción de aquellos expresamente autorizados por este Ministro
o usted, el cual deberá ser registrado por la guardia de prevención en cada
visita que realice”.
La información fue acercada a la
Sala de Periodistas acreditados
en Casa de Gobierno por el vocero presidencial y secretario de Comunicación
Pública, Alfredo Scoccimarro.
El
buque ARA Santísima Trinidad se hundió a comienzos de esta semana en el Puerto
Belgrano (Punta Alta), luego de que el personal que lo custodia reportara una
avería que provocó el ingreso de agua a la nave. El buque, que fue empleado en
la guerra de las Malvinas y que no navegaba desde 1989, se encontraba allí en
proceso de desguace.
A
poco de que comenzaran las críticas por el hecho, Puricelli denunció que
"indudablemente" el buque sufrió un "sabotaje" que provocó
su hundimiento. "Cuando hablo de sabotaje no necesariamente hablo de un
explosivo. Sabotaje es, por ejemplo, dejar adrede las puertas abiertas en los
compartimentos del buque", explicó.
El ministro sostuvo que el
episodio no se produjo por "un tema presupuestario" –tal había sido
la acusación que vertió un sector de la oposición– sino por "un gesto de
atención y vigilancia mínima que debía tener la guardia asignada, que se ve que
no ha cumplido con su rol". En ese sentido, advirtió que se sancionaría a
los responsables.