Un miembro del Movimiento Familiar Cristiano detenido por el robo de bebés

17/05/13-.Se trata de Francisco Martín Zabalo, quien fue procesado con prisión preventiva bajo arresto domiciliario por el robo de la segunda hija de María Teresa Trotta y Roberto Castelli, militantes montoneros que permanecieron detenidos-desaparecidos en el centro clandestino de detención, tortura y exterminio “El Vesubio” sostuvo HIJOS en una nota de prensa.


La niña, hermana de nuestra compañera Verónica, nació en cautiverio, tras el traslado de su madre al Hospital Militar de Campo de Mayo.

El juez Sebastián Ramos del Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional Federal Nº 2 procesó a Zabalo en la causa Nº 9201/1999, caratulada “N.N. Movimiento Familiar cristiano y otros s/ supresión de identidad”, por su “participación criminal necesaria”. El dato clave para el procesamiento fue el estrecho vínculo de Zabalo con Juan Bautista Sasiaiñ, ex Jefe de la Policía Federal durante la última dictadura cívico-militar, represor del Vesubio, donde secundaba al genocida Guillermo Suárez Mason en la cadena de mandos.

La imputación a Zabalo 
El juez Ramos procesó a Zabalo por su “participación criminal necesaria, ya que éste colaboró con quienes sustrajeron a la menor, en el ocultamiento que tuvo como objeto impedir la reanudación del vínculo de origen que fue quebrantado con su madre María Teresa Trotta tras el parto ocurrido en el Hospital Militar de Campo de Mayo y la de su familia biológica, como así también, de este modo colaboró con la ocultación de su identidad, la cual se vio suprimida desde el momento en que se fraguó ideológicamente el acta de hallazgo de la niña, hasta su inscripción en los registros oficiales respectivos, hasta llegar a su adopción, todo lo cual se desvaneció en el año 2008 con el conocimiento de su origen biológico”.

María Teresa y Roberto continúan desaparecidos. El caso de su hija es el segundo que demuestra la relación de los genocidas con el Movimiento Familiar Cristiano en el plan sistemático de robo de bebés, nacidos en cautiverio en Campo de Mayo. El otro caso es el de María Belén Altamiranda Taranto.  

El vínculo entre Zabalo y Sasiaiñ 
Francisco Zabalo fue parte de la Comisión Directiva del “Equipo Asistencial y de Adopción San José”, del Movimiento Familiar Cristiano. El juez Ramos sostuvo que “quedó en evidencia el vínculo entre el robo de la bebé a su madre en el Hospital Militar de Campo de Mayo y su entrega al Movimiento Familiar Cristiano para ser dada en adopción” y también consideró que por el lugar que ocupaba Zabalo no podía desconocer el caso. 

El juez Ramos tuvo en cuenta un dato fundamental para el procesamiento que es el vínculo probado entre Zabalo y Juan Bautista Sasiaiñ, quien fue jefe de la Policía Federal Argentina durante la última dictadura cívico-militar y secundaba al genocida Suárez Mason en la cadena de mandos de “El Vesubio”: “se encuentra acreditado en autos que existía un vínculo personal entre este último (Zabalo) y Juan Bautista Sasiaiñ”. Distintos sobrevivientes del Vesubio declararon que Sasiaiñ visitó el lugar en reiteradas oportunidades cuando María Teresa Trotta estaba en cautiverio y embarazada. Ramos sostuvo que “se tuvo por probada su participación en el robo sistemático de bebés durante la última dictadura militar”, basándose en que Sasiaiñ fue procesado en la causa por el plan sistemático de robo de bebés, pero no llegó a ser juzgado porque murió antes del juicio. Otro dato que tuvo en cuenta el juez para confirmar el vínculo entre ambos es que Zabalo fue presentado como garante del arresto domiciliario de Sasiaiñ, lo que demuestra una estrecha relación entre ambos, quienes además fueron compañeros de promoción del Colegio Militar de la Nación en 1947.

De manera contundente, en el procesamiento Ramos señaló que “Sasiaiñ aparece como el vínculo entre la sustracción de la niña al matrimonio Trotta-Castelli y su entrega al Equipo de Adopción del Movimiento Familiar Cristiano, con la intervención de Francisco Martín Zabalo”.

El Movimiento Familiar Cristiano y su participación en el plan sistemático de robo de bebés.
Con este procesamiento queda demostrada la vinculación del Movimiento con los genocidas, particularmente con los que estuvieron en el centro clandestino de Campo de Mayo. Zabalo fue procesado por ser parte del circuito entre los centros clandestinos “El Vesubio” y “Campo de Mayo”, y la posterior entrega en adopción de los niños nacidos allí a través del Movimiento Familiar Cristiano. No es casual que uno de sus miembros haya sido nada más y nada menos que el genocida Jorge Rafael Videla.

Exigimos que se avance en las investigaciones sobre esta institución que fue parte de la maquinaria del terror y partícipe de uno de los delitos de lesa humanidad que hoy tiene víctimas que siguen sin conocer su identidad: nuestros hermanos apropiados. Necesitamos saber la verdad. Necesitamos justicia: que los culpables no queden impunes. La cúpula de la Iglesia debe responder ante el Poder Judicial por su participación en estos delitos. No fueron casos aislados: fueron instituciones al servicio del terrorismo de Estado.

 
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